Embarcación Ruby

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Efraín Martin León Esquivel (Capitán)
Nombre de la embarcación
Ruby
Lugar de pesca
Bahía del Espíritu Santo, Sian Ka’an, Quintana Roo
Técnica de pesca
Jamo y lazo
Especies pescadas
Langosta

Ese soy yo: tengo 55 años y he nacido en Progreso, Estado de Yucatán. Desde ese lugar de mar me mudé a otro lugar hermoso como es Chetumal, capital del Estado de Quintana Roo, donde vivo con mi esposa Rubi. Mi familia es originaria de la Isla Cozumel y mis familiares son pescadores en otra cooperativa langostera de la Riviera Maya, la Cooperativa Azcorra.

Mi vida en la pesca: soy capitán de la embarcación Ruby y socio de la Cooperativa Cozumel desde hace 10 años. Mi vida siempre se ha desarrollado a la orilla del mar, aprendí a pescar desde muy niño con mi papá en el campamento de María Elena en la Bahía del Espíritu Santo, y todavía allí pesco, utilizando la técnica de las casitas langosteras.

Lo más bonito de ser pescador es: poner todo mi esfuerzo y apreciar mi trabajo.

Lo más difícil de ser pescador es: enfrentar las tormentas y los vientos fuertes.

Historias del mar: cada día de mi trabajo es muy gratificante en cuanto trabajo en un ambiente bonito, solo un día me la pasé mal en cuanto se descompuso el motor y me tocó regresar a la playa remolcado.

 

José Ángel Jiménez Méndez (Pepe)
Nombre de la embarcación
Ruby
Lugar de pesca
Bahía del Espíritu Santo, Sian Ka’an, Quintana Roo
Técnica de pesca
Jamo y lazo
Especies pescadas
Langosta y escama

Ese soy yo: soy José Ángel y me dicen Pepe, tengo 22 años y soy uno de los pescadores más jóvenes de la Cooperativa Cozumel: me acerqué al grupo en 2017 y al momento soy aspirante socio. He nacido y todavía vivo en Chetumal, Quintana Roo, pero mi familia viene desde Belice y desde el estado mexicano de Campeche.

Mi vida en la pesca: siempre he vivido acerca del mar y pescar es algo muy natural para mí: me gusta mucho pescar con buceo libre y llegar hasta afuera del arrecife. Mi día ideal en la pesca es cuando no hay viento y el mar está calmo, y me encanta cuidar las especies marinas respetando las vedas.

Lo más bonito de ser pescador es: ver las diferentes especies marinas que se encuentran cada día.

Lo más difícil de ser pescador es: trabajar cuando se está acercando un huracán.

Historias del mar: cuando estaba aprendiendo el oficio de pescador, agarré un erizo que me picó. La herida me causó calentura y dolor por dos días. Por suerte, el sabio Don Balta, el papá de “los Kikis”, me ayudó sugiriéndome meter la mano bajo el agua caliente.

José Ismael Montejo Juárez (Chepe)
Nombre de la embarcación
Ruby
Lugar de pesca
Bahía del Espíritu Santo, Sian Ka’an, Quintana Roo
Técnica de pesca
Arpón y lazo
Especies pescadas
Langosta y escama

Ese soy yo: he nacido hace 26 años en Balancán, estado de Tabasco; algunos miembros de mi familia siguen viviendo allí pero mi hermano Rene y yo nos mudamos para Chetumal y nos dedicamos a la pesca. Mi lugar ideal es el campamento donde vivimos en temporada de pesca: aislado y tranquilo.

Mi vida en la pesca: he aprendido a pescar en Chetumal con mi tío, y desde entonces la pesca es parte central de mi vida. Desde 2017 soy aspirante socio de la cooperativa y soy capitán en la embarcación Ruby, donde trabajo con otros pescadores muy jóvenes como yo.

Lo más bonito de ser pescador es: pescar a pulmón y ver la gran diversidad de la vida submarina.

Lo más difícil de ser pescador es: batallar con las corrientes.

Rene Montejo Juárez (Rene)
Nombre de la embarcación
Ruby
Lugar de pesca
Bahía del Espíritu Santo, Sian Ka’an, Quintana Roo
Técnica de pesca
Arpón y lazo
Especies pescadas
Langosta, tilapias y mojarras pintas

Ese soy yo: soy Rene, tengo 23 años y como mi hermano mayor Chepe nací en Balancán, Tabasco, y luego me mudé para Chetumal, la capital del estado de Quintana Roo. A pesar de no haber nacido a las orillas del mar, la pesca se ha vuelto parte fundamental de mi vida, me encanta descubrir las riquezas del mar y compartir con mis compañeros.

Mi vida en la pesca: aprendí a pescar en las lagunas de Chetumal, utilizando el arón, instrumento que todavía uso y representa mi punto de fuerza en la pesca. Desde septiembre 2016 soy aspirante socio en la Cooperativa Cozumel y buceo con los compañeros de la embarcación Ruby.

Lo más bonito de ser pescador es: respetar las vedas y disfrutar de las especies que habitan el planea azul.

Lo más difícil de ser pescador es: enfrentar grandes riesgos durante las inmersiones.

Historias del mar: un día pesqué un escochín azul (Nematistius pectoralis, o pez papagallo) y el pez me mordió el pecho de una forma tan brutal que rompió mi traje de neopreno.