¡Una fiesta por Cuba!

Inaugurado en Cuba el primer Mercado de la Tierra del país

El 29 de septiembre, más de quinientas personas aprovecharon el soleado domingo para asistir a la inauguración del primer Mercado de la Tierra cubano que tuvo lugar en la Finca Vista Hermosa, en los alrededores de La Habana. Entre ellos fue bienvenido un asistente inesperado: el presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel, que decidió visitar el mercado con su familia para conocer el movimiento Slow Food y compartir unas horas con sus conciudadanos.

© Cubapaladar.com

La Finca Vista Hermosa es una finca familiar de más de 60 hectáreas que durante cinco generaciones se ha dedicado a la cría de vacas para la producción de leche y queso y al cultivo de hortalizas. Los productos están destinados en parte al autoconsumo de las familias que trabajan allí y en parte son cedidos al Estado cubano para alimentar a los ciudadanos de la vecina Habana. La Finca es una comunidad de Slow Food desde 2018. Además, recientemente se unió al programa Finca Slow, cuyo objetivo es identificar las unidades agrícolas familiares más sostenibles en el territorio cubano.

Allí, en colaboración con el restaurante Mediterráneo – Habana, nació el primer Mercado de Tierra cubano, que se organiza cada tres meses. El evento es una verdadera celebración de la red local de Slow Food. Entre los productos en venta, destacan los del Arca del Gusto —como el casabe (pan tradicional de yuca), el conejo pardo cubano y el queso Nabacoa (elaborado con la leche cruda de cabras de la raza local La Mancha)—, y también otros productos locales como la miel de abejas melíferas, vinos artesanales a base de frutas locales, deliciosos huevos de codorniz en salmuera y productos no alimenticios como humus, plantas ornamentales y libros de organizaciones afines a Slow Food, como la Asociación Cubana de Producción Animal ACPA. Entre la comida tradicional, los visitantes se deleitan con las recetas de doña María Eugenia, la anfitriona del mercado, que acaba de unirse a la Alianza de Cocineros: el ajiaco criollo, un delicioso guiso de carne de cerdo y res, maíz y verduras; la hamburguesa slow de res; el dulce de leche de calostro de vaca, y el guarapo, zumo de caña de azúcar recién exprimido.

«Según la estrategia de Slow Food Cuba, el objetivo es utilizar el Mercado de la Tierra como una plataforma de visibilidad del trabajo que Slow Food hace en Cuba», explica Raúl Relova, fundador y organizador junto con Misael Ponce Lugo. «Este mercado en particular es en un espacio de gran convocatoria donde los consumidores no solo llegan a comprar directamente de los productores y a conocer de sus maneras de producir; para los propios participantes el evento es también es un espacio de intercambio y socialización. Las ofertas de productos, la gastronomía, la presencia de la academia, la cultura y la interacción con la naturaleza del lugar de manera sana, justa y limpia garantizan una atmósfera positiva en la que se respira a Slow Food en todo lo que acontece».

El día de la inauguración oficial del Mercado de la Tierra tuvo lugar la inesperada y agradable visita del presidente Díaz-Canel. Con gran sensibilidad, pasando casi de puntillas a pesar del gran aparato de seguridad, el presidente habló con los productores para conocer su vida y sus métodos de producción, conversó con los visitantes y participó activamente en el programa de cocina. En los fogones, Díaz-Canel siguió el consejo de las cocineras de la Alianza y elaboró platos tradicionales basados ​​en productos del mercado siguiendo un estilo puramente Slow, que implica la unión del placer con la responsabilidad. Según Raúl Relova, «la visita de nuestro presidente fue sin duda una grata sorpresa para todos los presentes que tuvieron incluso la oportunidad de interactuar con él. Díaz-Canel se interesó por conocer de qué manera se organiza un mercado donde el consumidor tiene la oportunidad de conocer en primera persona la organización del mercado. También se interesó mucho por conocer los detalles de la producción sostenible y respetuosa con el medio ambiente que se desarrolla Vista Hermosa, una granja que se ha convertido en un referente de estas prácticas agrícolas en el país y que ha logrado no solo obtener resultados productivos en el sector estatal sino también apoyar a la comunidad, demostrando su compromiso social mediante productos de alta calidad muy valorados por las autoridades e instituciones del sector».

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El nacimiento del mercado y la visita presidencial son dos frutos recolectados en septiembre que demuestran el buen trabajo que la red cubana Slow Food está llevando a cabo. El compromiso de docenas de voluntarios con experiencia interdisciplinaria y la colaboración de organizaciones nacionales como Cubasolar, ACPA, la Estación Experimental Indio Hatuey, el IFAL de la Universidad de La Habana y muchas otras demuestra que hoy en día la red Slow Food es conocida y apreciada por su competencia, su humanidad y su carácter placentero. Como diría Carlin, por su inteligencia afectiva.

 

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