Slow Food en Cataluña se une a estudiantes, cocineros y abuelos para proteger los productos locales

“Ellos son gigantes, pero nosotros somos multitud». Esta es una de las frases que utilizamos a menudo, como Slow Food, para dejar clara la importancia del poder de la red para lograr cambios en nuestro sistema alimentario. Hoy os contamos una extraordinaria iniciativa que ha desarrollado la red española de Slow Food y que está teniendo un efecto de lo más disparatado en varias comunidades locales.

 

El Convivium Slow Food Garraf-Penedès, en Cataluña, ha desarrollado un proyecto en las escuelas locales que se centra en un producto que forma parte del Arca del Gusto (o que en breve estará). Cada escuela planta en su huerto, semillas de variedades locales de hortalizas. Los niños cuidan el huerto, con la ayuda de un abuelo y cosechan las verduras. Una vez maduras, son traídas al aula, un cocinero local viene y demuestra delante de toda la clase cómo cocinar, ese producto en concreto y, por supuesto, ¡al final se come todos juntos!

 

Valentí Mongay, presidente del Convivium Garra-Penedès y Anna Raventós (autora y directora del programa), afirman:  “El proyecto ha sido un éxito. En dos cursos escolares/ en menos de 2 años, hemos pasado de las tres escuelas piloto a treinta centros escolares, y seguimos sumando escuelas. Cada escuela ha tenido un cocinero, un productor, un abuelo de apoyo por escuela y 100 alumnos, como mínimo. Ellos también han probado el producto del Arca del Gusto, han recibido recursos de Slow Food sobre el Arca del Gusto, han sido concienciados sobre la biodiversidad de la zona y han probado productos que no hubiesen conocido, probablemente. Unos 9000 alumnos se ven involucrados en este proyecto así como los profesores, padres y comunidad educativa. Al mismo tiempo, iniciamos una prueba piloto en una residencia de ancianos y en un hospital de día de trastornos alimentarios”.

 

El programa tiene como objetivos promover y desarrollar proyectos de educación alimentaria y ambiental, en un contexto, Cataluña, donde la desvinculación con la tierra es elevada. También se intenta divulgar la gastronomía de proximidad, introduciendo la sensorialidad y el gusto como punto de partida para no olvidar la cocina de nuestras abuelas y alejarse de la comida rápida. Por fin, se intenta defender el territorio a través del huerto y de la cocina escolar para potenciar la biodiversidad de la zona, la sostenibilidad y el reaprovechamiento de los alimentos.

 

Escarola Perruqueta en Garraf-Pendès

En la zona del Convivium Garraf-Penedès se trabaja con una especie de endivia llamada “escarola perruqueta”. Esta llega a la escuela en forma de semilla, al inicio del curso escolar, y hacia el mes de octubre, coincidiendo con la Semana Bio (semana que el gobierno destina a sensibilizar con la comida ecológica), se planta en el huerto escolar. En cada escuela hay un abuelo que se establece como el cuidador y ayudante de cada una de ellas. Así se trabaja la transmisión de saberes y el vínculo con el huerto entre abuelos y alumnado, y con el alimento. El profesorado accede a un kit en el que hay una muñeca, para los más pequeños de la escuela, el cuento de “La Carola y la Escarola Perruqueta”, y la receta del plato gastronómico: el xató. Cuando llegue su punto óptimo de recogida, un cocinero de la zona irá a cocinar una receta creativa o el xató típico, con esta clase de endivia. En la escuela Pia de Sitges, los alumnos hacen de cocineros para los padres, una vez han aprendido a hacer la receta del xató. 

 

Col Verde Manresana en Bages

Otra hortaliza que se està recuperando es la “Col verde Manresana” en la zona del Bages.

Las cinco escuelas que trabajan este curso escolar, también han recibido el plantel de la col

y han sido acompañados por los agricultores más cercanos al centro escolar y que son

expertos en cultivarla. Cuando sea el momento para recogerla, cocineros de la zona asistirán a transformar esas coles que han crecido en el huerto de la escuela. Aunque no esté en el Arca del Gusto, está naciendo una nueva comunidad en esta zona y será incorporada. 

 

Col Paperina en Baix Llobregat y Barcelona

La col paperina, que también forma parte del Arca del Gusto. Esta col la recuperó un agricultor, Albert Bou, quién ha ofrecido el plantel como en cursos para llevarlo a las 17 escuelas del Baix Llobregat y Barcelona. Estas escuelas, en la Semana Bio, antes citada, se agrupan en los Huertos Municipales de los jubilados para plantar la col paperina. Los abuelos de cada escuela, ese día bajan a estos huertos para colaborar conjuntamente con el alumnado. Al mismo tiempo, hay una muestra gastronómica con verduras de temporada y un pan recuperado de la ciudad de Cornellá.

St Paul’s School en Barcelona: el proyecto en su totalidad

Y, por último, el caso de la St Pau’ls School, en Barcelona, es todo un privilegio. En esta escuela con alumnado de 3 a 18 años, está Marc Esteve, cocinero de la escuela y miembro de Slow Food. Gracias a la gran sensibilidad del equipo directivo y del claustro de maestros, se está iniciando la implementación del proyecto en su totalidad. Es decir, desde el comedor hacia la totalidad de las áreas curriculares: integrando las temporalidades de las frutas, hortalizas y pesca. Y, elaborando productos gastronómicos. De esta manera, se facilita una gran conexión entre comedor y escuela, que facilita a la vez el reaprovechamiento alimentario, la prevención de trastornos alimentarios y obesidad infantil, el origen de los alimentos y su estacionalidad.

 

Proyecto piloto en una residencia de ancianos

La residencia de ancianos de la Ciudad de Cornellà: “Teresa Duran” va a ser piloto. Se va a dar la oportunidad de plantar esta col, con personas con diversidad funcional y con inicios de trastornos neurodegenerativos con el alumnado de las escuelas de la ciudad. Poder remover la tierra con el olor que conlleva, plantar, introducir el plantel en huertos urbanos, con herramientas específicas para personas con movilidad reducida, aporta según muchos estudios, una mejora en el estado de ánimo, reducen el estrés. Y con la visita y la actividad conjunta entre escolares y ancianos: se favorece la comunicación en la actividad conjunta. Y, otra prueba piloto, con ayuda de la policía local, será ir a recoger las coles a los huertos municipales, en bicicleta, trabajando la movilidad sostenible. El Ayuntamiento de Cornellá se ha volcado en el proyecto y ofrece su apoyo para desplegar en proyecto a toda la ciudad.

 

El proyecto “Escola amb projecte psicoeducatiu km0” responde a la repercusión del encuentro internacional de Educación Slow Food celebrado en abril de 2021, a la Llamada a la Acción, adaptando el modelo de “Orto in Condotta” de Slow Food al sistema educativo de Catalunya-España y aportando la singularidad de cada centro en su comunidad. El proyecto se ha empezado en las escuelas en las que trabajan las profesoras y miembros del Convivium, y más tarde se pudo explicar a las Escuelas Verdes de Cataluña, posteriormente a EsEnRed, y al resto de España.

Dado que los centros abarcan otros convivium, vimos la necesidad de constituirnos como Slow Food Educa Community Spain y como Slow Food Educa Catalunya,  para reconocer los centros que están desarrollando este programa en las escuelas. Por ello, este pasado 16 de octubre de 2023, en el Citilab de Cornellà de Llobregat (Barcelona), hicimos oficial estas nuevas comunidades. En el mismo acto, se reconocieron a los 20 centros participantes del curso 22-23, con un diploma que acredita su compromiso con el proyecto. Así, cada escuela fue reconocida, junto con su abuelo de apoyo, el agricultor de la zona y el cocinero que realizó la receta con el alumnado.

Se reconocieron a los centros participantes del curso con un diploma que acredita su compromiso con el proyecto. Así, cada escuela fue reconocida, junto con su abuelo de apoyo, el agricultor de la zona y el cocinero que realizó la receta con el alumnado.

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